datitos extra ¡!

flor negra, giorgia.
mujercita que dentro de su realidad, la forma de ver el amor distorsionó, basándola únicamente en encuentros fisicos. hay una creencia de que el amor fuera de lo sexual no existe, es falso; lo que también lleva a conductas como «agradecer» ó «disculparse» con favores de ese estilo, no es cosa de buscar el morbo, sino de ser la única forma que conoce.
mantuviese un uso de lencería, vestiditos cortos, guantes y medias transparentes, tacones rojos o negros, y alguna joyería en las muñecas y cuello de color dorado o blanco, contrastando con el tono negro que casi siempre usa en sus prendas. ¡claro! al momento de terminar su trabajo, veála usando una gabardina negra casi hasta las rodillas.
hipersensible.. ¿a las texturas? odia la forma en que se sienten las lanas más gruesas, las hilachas o costuras en algunas prendas. por ello, siempre vestida de materiales suaves, cuando no se siente cómoda en lo que usa, es probable que el mal humor se haga presente.
comúnmente habrá marcas esparcidas por su cuerpo, sencillez a obtenerlas pareciera ser ¡y! casi siempre tapadas con maquillaje, excepto las más... fuertes, que son dificiles de ocultar. su única molestia sobre ellas, es la idea de que a un cliente le «desagraden» mostrándose reacia a explicar de dónde salieron.
de cansancio constante, distracciones, debilidad muscular y mareos repentinos que, por supuesto, ella y su alrededor normalizaron, creyendo que es sólo por la energía perdida tras su trabajo, o el hecho de ser «naturalmente debilucha» y «alguien frágil» en palabras de dahlia... inconsciente al hecho de sufrir de una anemia leve sin diagnosticar, pues nunca ha asistido al médico en su vida, ni ve razones para hacerlo. por esto, dificultad para ejercer fuerza, piel pálida y fría y uñas débiles que intenta cuidar torpemente.
carga con un aroma parecido al de las cerezas, de hecho, es uno de sus sabores favoritos también, sin importar qué comida o bebestible sea. aún así, no es realmente reacia hacia ningún sabor o alimento, pues está esa costumbre por siempre aceptar (agradecidamente) todo lo que reciba.
la belleza y voz que posee es lo que atrae a sus clientes: mírala a ella, sobre el escenario, a melodías y tonos similares al que uno imaginaria en un cuento de hadas, por aquella sirena intentando atraer marineros para hundirlos en las profundidades del océano, escúchala, a ojos cerrados, permite embelesarte a la dulzura de sus intenciones.
bibliotecaria, dahlia.
sufre noches de insomnio, por eso, es común vería con bolsas bajo los ojos. no se esfuerza en ocultarlas con maquillaje; en realidad, su maquillaje se basa en labiales rojos y delineado, perezosa a esforzarse demasiado en cómo se ve.
dentro de la universidad, mantiene una fachada profesional, dando todo de sí para no romper la paciencia contra alguno de esos estudiantes. a constantes «SHH» cuando el tono de voz subiese dentro de la biblioteca, oído prodigioso para atrapar a la más pequeña rata perturbando la paz dentro de su espacio sagrado.
a su cuidado hay cinco perritos, todos callejeros, «quiltros». lupo, uno pequeño, peludito y de tono marrón claro; bruno, uno de enorme tamaño, vease amenazante y con orejas paradas, color negro. noctis, otro de pelaje negro, pero pequeñito y casi ¿rizado? con demasiada energía; bella, una de tamaño y pelaje medio, blanca con manchitas marrones. y luego está... giorgia, a quien viese cual mascota también.
durante sus pequeños paseos nocturnos al club hana no yoru, no se involucra demasiado con las flores negras, manteniéndose al margen, formando alguna conversación desinteresada si intentan acercarse u ofrecerle cosas. en su mesa siempre habrá una copa de vino o algún trago fuerte que sigue rellenando cada cierto tiempo, horas, quizá, mientras disfruta de los números que presentan. nunca se le verá borracha, pues una resistencia monstruosa posee.
bajo la falda comúnmente porta algún arma, defensa personal, afirmase, pero mírala ejerciendo amenazas hacia algún hombre fácil de asustar, no por deseo de dañarlo, sino por el retorcido gusto de observar a un varón desde arriba, superiormente. de contrariada actitud hacia las mujeres, casi siempre... pues divertido le es permitirles actuar como quieran.
tiene un constante olor a tabaco sobre ella, gracias a la costumbre de fumar, una cajetilla siempre descansando en alguno de sus bolsillos ó cartera, y encendedores de diseños con arañas o colmillos.
obsesión, es lo que la caracteriza, siempre mantuviese un orden y horarios de las cosas. irritándose al momento en que un imprevisto le arruine algo ya planeado, veála organizando cada cosa, ya sea objetos dentro de su cartera, o los libros en la biblioteca de la universidad, negada a que estén inclinados o fuera del área al que pertecen. demasiado observadora y detallista en estos aspectos.